
08 Ago 2023 El desafío de la privacidad en la era de la Inteligencia Artificial
En la actualidad, vivimos en un mundo cada vez más conectado donde la inteligencia artificial (IA) juega un papel fundamental en nuestra vida cotidiana. Desde la personalización de anuncios hasta la asistencia virtual en nuestros dispositivos, la IA ha demostrado su potencial para mejorar la eficiencia y la comodidad en diversas áreas. Sin embargo, este progreso tecnológico también plantea desafíos significativos en términos de protección de datos y privacidad.
La inteligencia artificial se basa en datos
Cuanta más información se recopile y procese, más precisa y efectiva puede ser la IA. Es aquí donde surge el desafío para los empresarios que hacen uso de la IA en sus negocios ¿cómo equilibrar el uso de datos personales para mejorar los servicios sin comprometer la privacidad de los usuarios?
La toma de decisiones automatizadas y la elaboración de perfiles son dos temas que hay que tener muy presentes cuando se habla de Inteligencia Artificial
Todo tratamiento de datos, ya se utilice inteligencia artificial o no, debe cumplir con la normativa (RGPD- LOPDGDD) y con los principios generales de la protección de datos: licitud, lealtad, transparencia, minimización, exactitud de los datos, integridad, confidencialidad y proactividad.
Las políticas de privacidad
Las políticas de privacidad también juegan un papel crucial en la protección de datos en el entorno digital actual. Sin embargo, muchas de estas políticas suelen ser extensas y redactadas en lenguaje técnico, lo que dificulta su comprensión para el usuario. Las empresas deben esforzarse por presentar políticas de privacidad claras y accesibles que permitan a los usuarios tomar decisiones informadas sobre el uso de sus datos, así como garantizar los derechos de los interesados. Es importante entender el contexto preciso en el que se va a emplear la tecnología y los modelos específicos de riesgo para los derechos y libertades de los interesados según la finalidad del tratamiento. Esto incluye, por ejemplo, identificar todas las decisiones automatizadas en las distintas fases del tratamiento, detallarlas, analizar los parámetros de funcionamiento y evaluar cuidadosamente qué efectos tienen sobre los interesados.
Además, la ética en el uso de la inteligencia artificial es un tema crucial por considerar. Las empresas deben asegurarse de que sus algoritmos y modelos de IA sean justos, transparentes y libres de sesgos. El uso responsable de la IA no solo protege la privacidad de los usuarios, sino que también evita problemas legales y daños reputacionales.
La protección de datos en la era de la inteligencia artificial es un desafío fundamental para las empresas y organizaciones. La recopilación masiva de datos personales en un mundo cada vez más conectado requiere un enfoque ético, legal y transparente. Para actuar de forma correcta es fundamental contar con un equipo legal especializado en protección de datos. Es importante recibir un asesoramiento especializado sobre cómo cumplir con las leyes aplicables y desarrollar prácticas de privacidad sólidas que protejan los datos de los usuarios.